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El grabado láser es una técnica innovadora que ha revolucionado la industria de la joyería. Esta tecnología permite grabar diseños complejos y personalizados en punzones y piezas matriz con una precisión y eficiencia sin precedentes.
Por un lado, el punzón es especialmente útil para marcar joyas con sellos distintivos o logotipos de la empresa. Este elemento se utiliza para estampar el diseño que lleva grabado en las joyas. En el campo de la joyería estos punzones son muy pequeños. Alguno llega a ser más delgado que una punta de destornillador, lo que dificulta el grabado en dicha pieza.
En estos casos, el grabado láser es ideal, pues su precisión micrométrica permite realizar grabados con una altura de décimas de milímetro, resultando en un sello claro y legible (aunque con lupa por su pequeño tamaño).
Por otro lado, la pieza matriz es fundamental en el proceso de fundición de joyas. Se usa como modelo para crear la figura de la joya en el molde de yeso (aunque también puede ser de silicona, de resina calcinable, o de algún material que soporte las altas temperatura de la fundición) que luego se llenan con metal líquido (oro, plata, etc.) para formar la joya.
Muchas de las piezas incluyen diseños que llevan grabados muy pequeños y algunos en zonas curvas de la pieza. Algunos de estos pueden ser logos, tipo de material o alguna figura compleja. Su ubicación en la joya hace difícil que puedan ser estampados con un punzón después de su fabricación sin que esta se deñe. Lo más práctico es realizar el grabado en la pieza matriz para que dicho grabado se reproduzca en el molde y se transfiera a la pieza resultante.
De nuevo, el grabado láser es la técnica ideal por su precisión para realizar grabados muy pequeños, con todos los detalles, y zonas de difícil acceso. Además, mediante software se puede realizar el grabado en zonas curvas.
Gracias a la alta concentración de energía (potencia) en una superficie muy pequeña (hasta 0,02 mm) es posible realizar grabados muy pequeños y detallados, incluso en joyas muy delicadas, y llegar a zonas de difícil acceso.
Además, la posibilidad de selección de frecuencias de pulso y de su longitud permiten ajustar el grabado en función del material y la calidad deseada.
Primero, porqué permite realizar una enorme diversidad de diseños, desde letras y números hasta logotipos personalizados y patrones decorativos. Esto añade un toque único y distintivo a cada pieza, adaptándose a las preferencias y estilo de cada cliente.
Segundo, porqué se adapta a una amplia variedad de materiales utilizados en la joyería, desde metales preciosos como el oro y la plata, hasta piedras preciosas y materiales sintéticos.
Tercero, porqué permite la personalización, creando piezas únicas adaptadas a las preferencias individuales.
La tecnología láser permite realizar un grabado rápido y preciso, lo que agiliza la producción sin comprometer la calidad.
Además, al tratarse de un haz de luz, no hay contacto físico, por lo que no hay posibilidad de dañar la pieza durante el grabado por una rotura de la herramienta de contacto.
Esto aplica más a marcajes, es decir, a grabados sin profundidad, como los dibujos en la parte trasera de un reloj, o en un medallón, o la reproducción de fotos en placas conmemorativas, etc. Estos marcados son permanentes y resistentes a los desgastes, la abrasión y la corrosión. No se borran. Lo que garantiza que los diseños personalizados se mantengan visibles y atractivos a lo largo del tiempo.