Soldadura láser manual
La soldadura láser manual es una de las múltiples aplicaciones del láser1 que han ido cambiando la forma de trabajar. Concretamente esta aplicación dio un gran empuje a la manera de soldar en el campo industrial, especialmente en el campo de las construcciones mecánicas especiales.
La maquinaria de soldadura láser manual permite trabajar con piezas unitarias y solventar problemas concretos en estas. Problemas que antaño eran complejos. Por ejemplo, piezas mecánicas delicadas como moldes, matrices, punzones, o sus postizos, una vez se dañaban tenían difícil solución. En muchos casos requerían de aportación de material, y aplicar soldadura (entonces mediante Tig) no siempre era posible. La aparición de esta aplicación láser en la soldadura lo hizo posible.
Para entenderlo mejor, hagamos una breve explicación técnica de este sistema.
Breve explicación técnica
La soldadura láser, en general, es un proceso de fusión mediante un haz de luz láser que genera la energía necesaria para calentar las partes involucradas en el proceso, hasta que estas se derriten, se cristalizan y se fusionan.
El paso de este haz de luz láser a través de diversos espejos, colocados estratégicamente, va canalizando dicho rayo láser en una especie de cuello de botella. Lo que permite focalizar toda su energía en un espacio reducido del material.
Se ha de destacar que sólo se calienta la zona a soldar. Al tratarse de una zona muy pequeña, se reducen las posibles de deformaciones. Esas posibles deformaciones son también tan pequeñas que se hacen imperceptibles, se consideran inexistentes.
En el sistema de soldadura láser manual normalmente se usa argón o helio como gas protector. Este gas cumple una doble misión:
- Por un lado, protege la zona a soldar del oxígeno, y por tanto de su oxidación. Así se reducen las posibilidades de que aparezcan poros.
- Por otro lado, controla el plasma que se genera cuando el material llega a la temperatura de fusión. El plasma absorbe la mayor parte de la energía lo que le confiere las propiedades físicas al cordón de soldadura y se evita las pérdidas en el material a soldar. Se reducen las posibilidades de deformaciones y de “rechupados”.
Por su propia tecnología, y dándole un buen uso, la soldadura láser es el sistema de soldadura que mayor seguridad ofrece a la pieza.
Sistema ideal para moldes, matrices y piezas mecánicas especiales
Este sistema de soldadura es de gran importancia en la construcción y reparación de moldes, matrices, punzones, así como piezas mecánicas especiales hechas a medida.
Estas piezas tienen un coste relativamente elevado al invertirse muchas horas de trabajo en su diseño y construcción. Por eso, cuando se han de reparar o modificar, esta técnica es muy útil porque permite aportar a la pieza el material que necesita con precisión y seguridad. Precisamente lo que más se requiere en este tipo de piezas.
Aparte, como el láser se focaliza en una zona muy pequeña, otra ventaja de esta tecnología es que permite realizar aportaciones de material en zonas muy pequeñas y de difícil acceso. Como en interior de perfiles o de cavidades, en cuellos de alojamiento de boquillas, en puntas de noyo, etc.
Así que, como comentabamos al principio, la soldadura láser manual ha sido una de las aplicaciones láser que ha ampliado las posibilidades de la soldadura, la manera de verla y ha abierto nuevas posibilidades en campo de las construcciones mecánicas especiales.
1 El primer láser funcional data de 1960